sábado, febrero 18, 2006

La calma después de la tormenta

Ha sido una semana de esas raras, al comienzo estaba muy mal, las discusiones de mis padres y los pensamientos que desencadenaron me llevaron a sentir una tristeza muy profunda, estaba confundido y me sentía muy solo. En esos días esperaba poder hablar con mi hermano (para dejarlo claro, mi hermano es el primo con quien crecí y tuvo que partir a Francia), estaba tan mal que le escribí uno de esos mails para cortarse las venas, no se si lo leyó, como siempre no me ha dicho nada, al día siguiente de mi mail me conecté con él pero no mencionó nada, no se que le pareció.

Como ya dije, me sentía muy mal, estaba a punto de cerrar el blog y la verdad no se que iba a hacer, pero como siempre, la suerte me trae grandes dolores, pero también grandes alegrías, no le gustan los términos medios. El hecho de recibir los primeros comentarios, y sentir que alguien conoce mis problemas me libero mucho, como ya dije en mi post anterior.

Después de eso me vino el espíritu santo, no lo se, pero mi necesidad de ayudar a los que quiero me llevó a seguir con mi empresa de lograr que mi familia deje de ser tan idiota. Viaje a la playa por el día con unos de mis tíos, y el día siguiente lo pase junto a otro, estos dos son los que están más apartados y coincidentemente son los que más quiero, y son los que me van a dar más trabajo.

Con ellos planeo ir lento pero seguro, mis intenciones son tenerlos juntos en mi cumpleaños, que es en noviembre, por lo que me queda algo de tiempo, pero si sale antes no me quejo. Por el momento mi táctica es visitarlos a menudo y contarles todo lo que le esta pasando al otro, me pregunten o no, al menos así su distancia se acorta un poco, ahora seguiré así e insinuare cada cierto tiempo el que se junten, por el momento es lo único que se me ocurre, ahora es cuando ellos deben dar algún paso, y dependiendo de esto yo pensaré en como continuar con mi tarea.

Lo único malo de todo esto es mi nulo avance en mi memoria, pero ya veré que hago, la verdad es que por el momento me da más fuerza el hecho que mi familia no pierda su tiempo en peleas tontas.

Como les dije, esta semana fue de crisis, estaba en el suelo y algo me hizo ver las esperanzas de que lo que siento no esta errado, que es mi derecho buscar una vida, algo que tenga sentido.

En esta semana, antes de salir de paseo con mis tíos, me toco quedarme en su casa, que antes era casa de mi abuela, y me toco dormir en la cama que ocupaba ella cuando estaba viva, la que siempre ocupo. Esa noche no pude evitar el pensar en ella, en todo lo que la quise y cuanto me arrepiento no haber confiado en ella, se que me quería mucho y que era al final de cuentas la más segura en aceptar mi condición, ella me respetaba y me quería, y confiaba en mí.

Estando ahí, acostado en su cama, pude recordar muchas cosas de ella y del tiempo que viví en esa casa, cosas que creía perdidas, y esto me dio más fe y alegría. Nuevamente repetí mi promesa de que haría lo que fuera para que sus hijos no perdieran el tiempo y me dormí tranquilamente, bueno, casi tranquilamente, ya que no pude evitar el soltar alguna lágrima. Esta noche fue mi otra fuente de fuerzas para levantarme del suelo.

Uff, esta vida es muy compleja, pero a veces, cuando sabes lo que quieres, o quieres pocas cosas, puedes evitar algunas de esas complicaciones, ya que no importan.

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