Los primeros días de libertad

He demorado un poco en escribir… algunos problemas con mis trámites para terminar mi memoria. Ahora más tranquilo les puedo contar mejor lo que ha pasado desde el último post.

La segunda parte de la conversación con mi mamá fue algo más seria. Fue el sábado siguiente a mi salida del armario (aunque ya explique antes que no me gusta esa idea del armario). Casi como confabulados, todos salieron y nos dejaron solos.

Igual yo estaba algo nervioso, suponía que la conversación podía tener lo que no tuvo la confesión anterior, la cara de ella ahora era más seria, me dijo que no había querido hablar antes porque estaba asimilando lo que había pasado.

Me preguntó algo que esperaba, me preguntó se estaba seguro, si estaba completamente seguro, mi respuesta fue obvia… “claro que estoy seguro”. Comenzó a contarme su experiencia cuando joven, donde ella estuvo muy interesada en una compañera, y después se pasó, y no me quedó mas que explicarle que en mi caso esto lo siento desde los 12 años. Creo que la seguridad y tranquilidad con la que hable ayudó a que la conversación no tomara otro tono, ella con esto no siguió con la idea de convencerme de la famosa teoría de la “etapa”.

Comenzamos a hablar más tranquilos, comencé a contarle mis experiencias lo que sentía, fue una conversación muy tranquila, tal como fue la primera, pero con menos miradas de dolor, ya estaba más digerido el tema. Ya no recuerdo bien que siguió, obviamente salio una vez más el tema de los nietos.

En esto quizás me critiquen mucho, pero con respecto a esto le dije lo que pienso… “Uno de los deseos más grandes que tengo es tener hijos, como nada en este mundo, pero se bien que soy gay y será muy difícil lograr tenerlos. Se que sería muy difícil para él tener una familia con dos padres y sin madre, y que todo esto lo hace complejo. La única posibilidad que veo más amigable para el niño es tener una familia ‘normal’, tener una esposa y criarlo juntos, pero en este caso, no lo soportaría sin antes contarle a ella que soy gay, que me podría casar, tener una familia, hijos y nietos, pero siempre seré gay”. Con esto creo que le quedó claro como veo las cosas, al menos como las veo ahora, que ya dije antes... no creo en lo estable, todo cambia. Al final, la conversación terminó muy tranquila, con un abrazo muy cálido, unas lagrimitas y mucho cariño.

Todo tranquilo desde entonces, más que tranquilo, mi relación con ella es más cercana, la siento mas tranquila, ya no veo esas miradas con una pregunta entre las cejas, estoy mejor.

En estos últimos días he seguido encontrándome con mi amigo con ventaja, digo amigo con ventaja porque yo tengo algunos líos existenciales que me molestan y me tienen medio maniatado, me cuesta ver que pasaría más adelante, lo conversé con él y estoy tratando de ver que pasa. El problema con mi mamá… aún le miento, no le dijo donde voy y con quien me encuentro. No se porque lo hago, se suponía que con todo esto eso pasaría al olvido, pero soy un cabeza dura. Parece que me cuesta entender que esto es algo que deben entender, después de todo ya estoy algo viejito para tener algún lío. Es por esto que aún no se si llamar a esto libertad abiertamente, pero se que es muy distinto a lo que tenía antes y va camino a lo que espero.

Espero solucionar todo pronto, he pensado mucho en este último tema, y como ya lo suponen… aún lo estoy trabajando. Como siempre estoy pensando mucho y tratando de ver las cosas claras.

Ahora… a trabajar como loco, debo presentar mi presentación del tema de memoria el lunes, aunque no le falta mucho, soy algo maniático y perfeccionista, y sé que me tomará su tiempo darlo por terminado.