lunes, enero 12, 2009

La junta

Estoy algo desilusionado, amigos que encontraba desde hace tiempo, mis amigos del colegio, esos que dije "especiales", me dejaron plantado.

Segunda reunión, bellavista, y un tonto más casero que una cazuela esperando que llegara alguien para que el viaje tuviera sentido. Espero su momento, me había juntado con otro amigo antes de llegar, que el hueón ya me había hecho esperar más de 45 minutos, y que ya me tenía la bilis algo elevada.

Esperamos, llamé a todo número que tenía, unos no contestaban, otros simplemente estaban apagados, una me contesto, diciendo que no iba a ir, que no podía, ojalá me hubiera avisado antes.

Después de todo esto... el palo en la cabeza pegó duro. Quizás he sido algo extremo al esperar encontrar algo distinto en mis amigos del colegio, quizás estoy pidiendo mucho, o quizás veo las cosas distintas.

Hasta hoy en la tarde aún la rabia la tenia en la cabeza, enojado con ellos, pero más conmigo por ser tan... optimista, pensando que quizás esto era algo parecido para ellos. Pero bueno, los tunazos están para despertarte, igual es lamentable para las personas que se han encontrado conmigo este día, que el nivel de acidez de mis palabras ha estado bastante elevado, y aunque las disculpas seguían al golpe, no se lo merecían.

Algo interesante es que mi amigo, que me conoce desde niño, se sorprendió un poco por mi ira, que era evidente. Es una lata que te vean así.

Ahora... creo que las juntas de curso ya son historia, me voy a juntar con mis amigos cuando pueda y cuando quiera, que si me llaman para una reunión, la respuesta será NO, y no creo que sea un no amable, y creo que tardará su tiempo en siquiera pensar en otra respuesta.

Es una pena, pensé que había encontrado algo fuera de este blog para ser yo, que ya me han dicho que soy "demasiado honesto" en mis juicios, y tener amigos con los que poder conversar y decir estas cosas en forma tranquila es algo excelente, y encontrar respuestas es mejor aún. Además ellos me conocen como pocos, y es muy bueno conversar con alguien a quien no le tienes que explicar los ¿por que?.

Otra cosa, mi amigo de la U, con el que trabajaba y que ya no quiero volver a trabajar me llamó, por decencia y por conveniencia lo traté bien, a pesar de querer cortar el teléfono. Esto es algo que también ha marcado un poco estos últimos días, que al final no dejaron de aparecer sorpresas en mi salida de la empresa, y eso no se me borra.

Es una lata darte cuenta que tenías razón al ver como... al final estás solo, lo único que tienes es tu familia, y si tienes suerte un blog. Es grato poder contar y sacar estas cosas, a pesar que no se bien quien las lea, pero al menos las dije.

Una junta virtual.