domingo, junio 15, 2008

Una llamada

Pasó lo que nunca imaginé que podía pasar, de una forma misteriosa y francamente inesperada, me he encontrado con un montón de compañeros del colegio.

El asunto es que me he encontrado con esos amigos que me conocieron como era, y creo que al final, me he convertido un poco en eso, han desenterrado a ese tipo más... optimista que había antes.

Pues bueno, y pasó lo que tenía que pasar. Entre los que encontré estaba él, ese que me hacía llorar cuando me preguntaba por que chucha tenía que gustarme, ese que al final no fue a la gira de estudio, ese que siempre pensé como un imposible.

Un día, repentinamente, sonó mi celular y escuche una voz algo aguda, hablando tipo oficina, de esas llamadas educadas que buscan a una persona en particular, el asunto es que esa persona era yo.

No se como decirlo... cambio todo en un segundo, hace unos días había visto una foto de él junto a sus hijos, y no puedo negarlo, me salieron algunas lágrimas, un poco por eso que sentía antes y que algo siento ahora.

Estaba teniendo una de esas conversaciones, de como va un proyecto que me tiene la cabeza como papa, que me tiene chato, que me ha dejado agotado todo este tiempo, y al escucharlo sentí que estaba en otro lado, me sentí bien, hasta alegre puedo decir.

Al darme cuenta con quien hablaba me fui de ahí, comencé a hablar como lo hacía cuando estaba en el colegio, me sentía raro, porque él no hablaba así, y creo que el se dio cuenta de eso. Me sentí muy mal, pero no podía hablar en ese momento y me costó mucho decirle que lo iba a llamar después.

Colgué y la sonrisa no salía de mi cara, continué con la conversación y cada vez me sentía más fuera de esa oficina. Ya llevo un tiempo cansado de mi trabajo, por mucho que esté con mi amigo, las cosas no están como me gustan. Y bueno, con esto fue algo más que claro que quería salir de ahí pronto.

Me puse a trabajar, a terminar el maldito trabajo que faltaba, o al menos intentarlo, a ver como pasaba el tiempo lento. Pero eso no duró mucho, porque soy algo obsesivo y cuando me pongo a resolver un problema, me pierdo en ese instante y no existen otras cosas. La tarde se fue rápido, y cuando vi el reloj y vi que ya era la hora de salir... recordé la llamada y la clara necesidad de cumplir mi promesa, tenía que llamarlo.

Pero que digo, que puedo decir o como hacerlo, para que no se de cuenta... como lo hago para esconder esa voz de niño que me salió cuando me llamó por la tarde, como hago para no pedirle que nos juntemos ese día, o a lo más mañana...

Salí de la oficina y camino al metro y como siempre digo... si no lo hago ahora, me voy a arrepentir. No lo pensé mucho, tomé el teléfono y marqué su número, que es distinto al que le di por correo. Me contestó como supongo que lo hace ahora con todas las personas, no reconoció mi voz, ni tenía porque hacerlo, me preguntó quien era y bueno... salió el cabro chico.

Me sentía en el colegio y hablé como en el colegio, no se si lo incomodó en un principio, pero después el comenzó a hablar algo como recordaba que lo hacía. Muchas palabras y preguntas, mucho saber de nuestros compañeros, muchas preguntas de como estábamos y donde vivíamos, y mucho de "llámame para que nos juntemos".

Colgué otra vez, por segunda vez en un día, a alguien a quien no pensaba ver otra vez en mi vida. Caminé hacia el metro y... me puse a pensar y pensar... "¿qué voy a hacer ahora?".

Esto fue hace más de una semana atrás, y mucho me ha pasado desde entonces. Me he sacado algo del peso que tenía en el trabajo, terminando el trabajo maldito, claro que del bendito proyecto siguen saliendo requerimientos que me dejan chato. Ha cambiado paulatinamente mi visión de lo que tengo y lo que quiero, ha sido un proceso cansado y algo molesto. He tomado decisiones importantes, algo de que hacer y como hacerlo. Han pasado muchas cosas. En fin... ha sido un terremoto grado 9.

Estoy pensando en dejar el trabajo. Por parte de un familiar tengo una oportunidad en una empresa, quizás la tome y me cambie de trabajo, lo que significa un traje y una corbata, pero también significa mayores responsabilidades pero con mayores recompensas. Estoy con ganas de tener una casa, literalmente ya no aguanto más, no es que no los quiera, es que ya no los soporto, es como la gota de agua en la frente, después de la 10000 como que ya el agua no parece tan grata. Estoy con ganas de matar esta soledad, buscar eso que tanto digo que busco, pero hacerlo de verdad.

En cuanto a hablar con él... los primeros días no pensaba en otra cosa... verlo, después vinieron los días "y que cresta le digo...", ahora estoy en los "quizás es mejor dejar que las cosas pasen...". Estoy a punto de llamarlo para que nos juntemos, me gustaría que nos juntáramos solo los dos, me gustaría decirle algunas cosas de las que siento, pero se bien que si hago algo de eso, terminaré contándole todo, pero no se que tan inteligente sea eso, que es lo que me detiene cuando tomo el teléfono.

Y pasó otra vez... cambió todo otra vez, y todo va a seguir cambiando. Tengo algo de miedo, no se si sea capaz de enfrentar todo esto, he pasado por momentos algo tensos y no me he sentido muy bien, he tenido algunos mareos raros que no he contado a nadie, no han sido fuertes, pero algo de miedo me dieron al pensar que los médicos pueden equivocarse y este sea otro período de esclerosis múltiple.

Como ven, mi cabeza da muchas vueltas y llega a pensar cosas idiotas, no se que pasará, no tengo idea que hacer, mi mayor duda es si llamarlo o no.

1 comentario:

Ya no me enganas, descubri tu blog dijo...

Estimado,

Veo que han sido días intensos... Qué le puedo decir... Convendrá que te diga algo? Yo creo que sabes lo que yo te diría, y en realidad lo que yo opino no estoy seguro si te conviene, pero, bueno, ahí va:

Si te sientes solo en cuanto a relación de pareja, y este amigo del colegio tiene hijos, y en el colegio hubo buena onda como amigos, pero nada más, no creo que te venga bien acercarte mucho a él en este momento... Quizá si tuvieras una pareja y estuvieras contento, entonces sería más relajado volver a encontrarte con tu amigo. Sería sólo un recuerdo. En cambio ahora estás ansioso... Y qué vas a hacer? Largarle todo? De qué serviría? O crees que él podría corresponder? Te desahogarías, claro, pero podría hacer más compleja la situación...

Bueno, en fin, ya sabes: yo soy de los que piensa infinitamente las cosas, y tú ya no quieres perder tiempo. Sólo puedo desearte suerte y que si actúas de buena fe, y tu amigo es una buena persona, el asunto tenga un buen desenlace...

Saludos