martes, julio 31, 2007

El reloj de arena

Tiempo, tiempo, tiempo… algo tan esquivo, que hay veces que pasa tan rápido, y otras que tortura con su lentitud. He estado separado del mundanal ruido, enterrado en mi aventura de entrar a lo que se supone es el mundo real, aunque debo decir que cada vez me parece más difícil de entender y encontrarle algún sentido.

He participado en mi primera propuesta para un proyecto, uno de esos que salen en chilecompra, ya no me acuerdo que era, todo muy apurado y yo con muchos nervios, tenía que salir bien, tenía que hacerlo bien, y me sentía muy inseguro. Resultado… no creo que seamos elegidos, pero al menos pude terminarlo, algo de confianza gané, no me quejo, siempre tratando de ver el vaso medio lleno.

Pero como les decía, cada vez encuentro más difícil de aceptar que así será mi vida, sin sentido, día tras día, peleando por dinero para vivir, pero sin tiempo para hacerlo. Se que parece algo iluso pensar que en un mundo como el nuestro se pudiera vivir de otra forma, pero nadie puede decir que no puedo quejarme, al menos un poco.

Mañana debo terminar otro paso, mañana debería estar la nota del informe de memoria, y no puedo negar que tengo miedo, no se que haré si salgo mal, no puedo decir que estoy seguro, desde hace mucho tiempo no estoy seguro de nada.

Tiempo… eres un maldito, que juega con nosotros sin que podamos hacer nada. Pero… ¿es que es necesario hacer algo?, quizás como siempre me estoy confundiendo y olvidando algo que me costó aprender, tengo que intentarlo, hacer algo, al menos pelear un poco, “solo por deporte”. Como dicen en una película… “aprovecha el día”, o para ser más claro… “Carpe Diem” (justo la vi a mis dieciocho, el día de mi cumpleaños).

Ahora que lo pienso, no hay mejor reloj que el de arena, a pesar de no ser la exactitud en persona, muestra como grano a grano, se nos va el tiempo, lo podemos ver.

Estoy entrando otra vez en el juego, pero parece que las cosas ahora soy distintas, porque no lo entiendo, no me siento parte de esto, no siento que sea algo que valga tiempo ni algo que me importe mucho, mi carrera no es algo que me quite el sueño, no deseo ser exitoso, y aunque suene atrevido, creo que no lo necesito.

Acá en casa esperamos a mi sobrina (ya es un hecho que es niña), falta muy poco, mi hermana ya cumplió los 9 meses y solo faltan las contracciones. Una niña en la casa… otra persona que verá como pasa el tiempo, ojala que todo salga bien.

Mañana tengo otra presentación, con un potencial cliente, un proyecto que me parece algo raro, pero espero que salga todo bien, aunque no quiero estar en la reunión, aún no me siento preparado, creo que como estoy ahora puedo meter las patas.

Mañana voy a la escuela, quizás una de mis últimas visitas, y sin importar el resultado quiero darle las gracias a mi profe, es uno de los pocos a los que le conté de mis problemas, y se preocupo mucho por mi y me ayudó todo lo que pudo, aunque creo que al final lo decepcione un poco, pero no puedo irme sin darle las gracias. Después… voy a volver a casa, no hay motivos para sentarme en la oficina solo para saber que pasó, por el momento no tengo mucho más que hacer.

Parece que mañana voy a tener algo de ese tiempo que extraño tanto, quizás pueda hacer algo que valga la pena.

viernes, julio 13, 2007

Un juego

Lo olvidaba, me invitaron a jugar… 8 cosas de mi. Pues bien, supongo que lo entienden.

  1. Soy alguien muy tranquilo, muy observador y algo obsesivo al momento de pensar, creo que eso ya lo habían notado. Por naturaleza soy un observador, alguien que mira para aprender pero que no juega si no hay posibilidad de ganar.
  2. A pesar de que escucho y entiendo a la gente, no suelo hacerles caso a ciegas. Soy alguien acostumbrado a decidir las cosas solo y… es un poco agotador, pero al menos no tengo a quien culpar, si hago algo es porque lo quería hacer, sin remordimientos. No tengo problemas con los demás, los respeto y a ellos no les queda mas que ver como no los escucho.
  3. Me gusta escuchar música, pero me gusta más cuando viajo, cuando voy en el microbús o caminando en la calle, lo malo es que me pongo a cantar y la gente me mira un poco raro.
  4. A pesar de ser un TV-maníaco consumado, ya no sigo series como antes, con el final de los X-Files, Milenium, Oz, Friends (se que suena tonto, pero me reía mucho). Ahora estoy mas con el animé, suena un poco para niños, pero como siempre digo, “son historias geniales que no se pueden hacer en cine”.
  5. Soy un ex adicto del fútbol. Hasta los 15 años, era un juego tonto donde 22 viejos se vestían de cabro chico para perseguir una pelota, de los 16 a los 24, un juego que me fue gustando más, que con el Colo campeón de la libertadores me terminó por gustar, y que con las barras bravas y toda la tontera que llegó después ya no me intereso tanto, y desde los 25 a esta fecha… algo que ver en la TV cuando no encuentro nada entretenido.
  6. A mi… me puede pasar lo que sea, no me importa, lo aguanto. Pero a una persona que quiero… eso no lo permito. Siempre lo he pensado… “¿cómo puedes saber si te importa una persona?”, mi respuesta… “si me pide que me corte un brazo, le pregunto cual de los dos”.
  7. Tengo un millón de momentos vergonzosos de niño, hay personas a las que se los he contado, y a pesar que juré jamás contarlos… no fue tan malo, me reí mucho… y ellos también. Me queda muy poca vergüenza.
  8. Cuando niño le tenía un miedo terrible a los perros, no se porque pero si veía a un perro, del tamaño que fuera, tenía que cruzar la calle, no lo soportaba. Ahora… me encantan, los quiero mucho, los cachorros me matan, me encantan cuando son juguetones, me justan los perros para jugar, no para que me defiendan. Mi raza preferida… los setter irlandés y los nobles quiltros.

Bueno, si quieren pueden seguir esta suerte de carta-cadena, puedo decirles que es entretenido, aunque a ustedes los aburra (jejeje), inténtenlo.

Nuevo capítulo

Han sido días largos, complicados, trabados. Por fin terminé mi memoria, es increíble… por fin la terminé.

He estado fuera del blog por mucho tiempo, ha sido bastante, a pesar que no soy mucho de escribir todos los días, lo hacía a regularmente, pero ahora último no podía. Estaba metido en la memoria, aunque era más el miedo a terminarla.

¿Suena raro no?, tenía miedo de terminarla, he pasado tanto tiempo en lo mismo, que al final, y a pesar que lo que viene es mejor, da miedo dejarlo, uno se acostumbra y los cambios al final dan miedo. Lo más difícil fueron los últimos días, no podía escribir, a pesar de que sabía que escribir, estaba amarrado, preso.

El resultado de la memoria no puedo negar que me importa mucho, pero ahora las cosas son distintas, después de entregarla me siento capaz de otras cosas. Quizás, o mejor dicho, probablemente tendré que revisar algunas cosas, la próxima semana iré a conversar con los profesores de mi comisión, veré que piensan, si está algo mal, trataré que no se vea tan grave, y espero no pasar sustos.

Pero… que bien se siente terminar algo así, los días antes del plazo fatal no podía dormir, la noche duraba hasta las 6 AM, prendía la TV, veía cualquier cosa, apagaba la TV y ahí comenzaban las ideas, los pensamientos locos y las ganas de que todo pasara pronto, ganas de tirarlo todo a la mierda y no entregar nada, ganas de entregar el maldito informe y ver como mi mamá quedaba contenta, feliz porque a pesar de todo lo había logrado.

Pero después de entregarlo, y superar las ideas de “quizás debí poner esto” o “espero que el profesor lo entienda”, me dí cuenta que yo también estaba y estoy feliz de terminar con esa maldita espina que tenia clavada.

Esta semana no he hecho nada, no he podido hacer nada, me la he pasado en mi pieza sin hacer nada. Son los primeros días en mucho pero mucho tiempo en los que no tengo nada pendiente, nada que hacer, que puedo estar en mi cama mirando el cielo de mi pieza. Es increíble como un poco de tiempo solo ayuda a botar toda esa mierda que se acumula cuando corres de un lado para otro sin poder parar, debido a las responsabilidades, justas o injustas, que uno tiene encima. He podido salir, encontrarme con mi amigo, ver a mi familia, salir de casa, pero no podía, necesitaba este tiempo de hacer nada para disfrutar eso que llaman tranquilidad.

Desde que comencé este año, ya estaba decidido, esta era al última oportunidad, no habría otra, pasara lo que pasara no iba a seguir en esto, si podía bien, y si no… también. Ya no podía más, quería terminar mi carrera pero ya no podía esperar más.

Y ahora… veamos que trae la vida, que si algo he aprendido es que le gusta jugar y darnos sorpresas. Hay veces que me la imagino como uno de esos niños que tiene muchos juguetes. Los junta, los separa, hace que choquen entre ellos o los deja tranquilos en una esquina, es un niño que puede parecer algo injusto a veces, pero al final… no es más que un juego.

Espero haber aprendido a jugar y a no enojarme, espero que el juego se ponga entretenido, y si se poner aburrido… algo se podrá hacer, espero no equivocarme más y aprender a seguir las reglas… si es que las hay. Quiero dar vuelta la hoja y comenzar un nuevo capítulo.