domingo, abril 06, 2008

La viga en el ojo

Un fin de semana extraño, comenzó con la intención de trabajar y avanzar en los líos típicos, tengo que presentar avances en un sistema que estoy reparando, un sistema mal hecho, que me tiene aburrido, que me cuesta trabajar, es un asco. Y termino... escribiendo aquí, en donde me gusta escribir, pero escribiendo que al final, no hice nada.

Estoy algo extraño, esta tarde hable con A. contándole como loro todo lo que me ha pasado en la semana, no se el porque, pero salían solos los problemas de la semana, y me di cuenta de una penosa verdad, no tengo mucho más que el trabajo durante la semana.

He caído en eso que siempre me causo asco, no tengo nada más que el trabajo, no tengo momentos fuera de él. Y quiero aclarar que no es motivado por requerimientos laborales, que si bien hay trabajo, no me están apurando. Lo doloroso es que el que crea todo esto soy yo, me obligo a pasar los días así.

Es cierto el dicho que "uno ve la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio", estoy haciendo todo lo que siempre aconsejo no hacer. Pero... ¿que me falta?, no tengo idea. Nunca he tenido algo más de lo que tengo ahora, nunca he sentido esta necesidad de romper con las cosas.

Hablaba con mi mamá, sobre como sentía las cosas, y hablando como siempre lo hago, yendo de idea en idea, sin saber a donde me llevan, me di cuenta que me estoy aburriendo, que esta vida no me gusta tal como está, que necesito cambios, y que es la única forma de que todo tome algo de forma, algo más que solo el trabajo.

Quiero cosas, quiero oportunidades para hacer cosas distintas, quiero ser diferente a lo que soy ahora, pero es algo difícil. Me he dado cuenta de algo obvio, gran parte del problema se debe a mi miedo a cambiar, a no saber a donde voy, es como el miedo que tenía cuando comencé a escribir este blog, solo que en este caso no es algo tan personal como mi sexualidad, ahora es en serio, mi vida es algo mucho más complejo.

Es difícil tomar decisiones cuando eres un loco que necesita saber bien a donde se mete, me falta esta temeridad que tienen los que son capaces de tomar una motocicleta y saltar sobre 8 buses, la que tienen los que, sin pensarlo, atan sus pies a un puente y saltan en bungee, o lo más valientes de todos, los que se levantan en las mañanas y buscan lo que quieren, y hacen lo que quieren.

He dicho muchas cosas, hablando de lo necesario que es buscar eso que le de sentido a las cosas, buscando algo que haga los días más soportables, eso que llene los momentos de silencio, o los momentos en los que uno está solo y piensa en todo lo que no ha hecho. Pero al final... no he hecho tanto.

Ya no puedo esperar más, ya tengo 33 y no quiero llegar a los 34 sin hacer algo. Voy a cambiar de trabajo, voy a conocer a más personas, voy a buscar lo que me gusta, a mis amigos, a mi familia. Si es necesario voy a jugarmela y probar, arriesgarme.

Estoy cansado de los días como estos, un fin de semana plano y aburrido.