viernes, diciembre 23, 2005

Encontrando un regalo para navidad

Hoy no se sobre que hablar, pero necesito hacerlo. Como siempre ya es tarde en la noche, se que estoy solo y me siento “seguro”, puedo decir y hacer lo que quiera, esto me enseña que aun no puedo evitar el actuar según los que me rodean, para no decepcionarlos, para no dañarlos.

Esto es muy tonto, después de todo yo salgo muy perjudicado de todo esto, sin contar toda la pena y desesperanza que debo superar e ignorar durante el día, esta el tiempo que pierdo para hacer lo que quiero.

Después de mi enfermedad tomé un aprecio mayor por el tiempo y las cosas que hago y dejo de hacer, es algo que me tortura a cada momento y que en muchos casos no me permite hacer nada al final de cuentas, me inmoviliza.

Como puedo evitar el sentir esta responsabilidad por los que quiero???, no lo se, hay momentos en los que incluso no estoy seguro de que sea algo de lo que quiero deshacerme, en mi caso siento que es algo que viene con el amor y cariño que tengo por estas personas, y sin esto lo demás es ilógico.

Ahora he arreglado mi situación en la universidad y veo el camino para finalmente terminar mi carrera, pero como siempre sale de mi cabeza la pregunta típica… ¿para qué?, es que en estas fechas donde pienso mucho en mi familia, en la que esta conmigo y en la que tengo lejos, no puedo evitar desear una propia, creo que el nacimiento del hijo de mi amigo aún se arrastra en mi cabeza haciéndome sufrir por lo que veo imposible.

En estos días ya dos veces he sentido unas ganas casi incontrolables de soltarlo todo, salir del armario y mandarlo todo al diablo, pero… no puedo, no aun. Veo a mi mamá y su cara, veo como espera cosas de mi, cosas que quiero darle, lo mismo me pasa con mi papá, con mi hermana, y mis tíos que estuvieron conmigo todos estos años. Creo que en mis peores momentos lo que evitó que cometiera una estupidez y terminar con todo fue la necesidad que tengo de verlos a todos bien, felices y contentos, como lo he pensado muchas veces, vendería mi alma por ellos (aunque el hacerlo finalmente los dañaría, por lo que la idea después de un momento me parece estúpida).

Pero al final de cuentas el verme feliz es lo que ellos quieren, por lo que lo que sea que decida, mientras sea lo que quiera esta bien. Suena fácil, pero con todo lo que ha pasado me cuesta mucho decidirme.

Cuando leo los blogs de otras personas, como cuentan sus aventuras, amores y penas, me pregunto, o mejor dicho, envidio, su capacidad para vivir el día en forma tan sencilla, saben lo que quieren. Bueno… después me doy cuenta que este pensamiento es bastante apresurado, la vida no es fácil para nadie, la única diferencia es que ellos se atreven, y para eso basta saber que se quiere y atreverse a buscarlo, suena fácil no???

Cuando leo esto que estoy escribiendo, no puedo evitar el pensar que lo que me detiene es solo el miedo, y que al final de cuentas solo soy un cobarde. El lío viene cuando me pongo a pensar más en el asunto, y me doy cuenta que además de miedo, simplemente se me han acabado las ganas, y en verdad el miedo es muy poco.

El miedo que tengo es intentar algo y dañar a alguien, sobre todo cuando eso realmente no me importa mucho. Me he dado cuenta en estos días en los que me han preguntado tantas veces que quiero, que realmente no quiero nada, que me da lo mismo, que hay muy pocas cosas que me hacen reaccionar, en la mayoría cosas que le pueden pasar a las personas que amo, pero por mí, por causa de algo que quiera o necesite, francamente me podrían pegar un balazo en la cabeza y no me importaría mucho.

Ufff, creo que estas fiestas ya me han puesto muy mal, soy del grupito de tontos que se deprimen con estas fiestas, que lastima.

Como poder encontrar una salida a esto, supongo que lo único que me queda es aceptar frente a todos lo que soy y ver que pasa, no me queda otra, y esto debo hacerlo antes de perder totalmente las ganas de tener una vida.

Aunque realmente no se bien que tipo de vida quiero, porque la vida que llevamos en estos días es francamente algo horrible, en el caso de las personas que viven para trabajar, como hasta hace poco lo hacia mi papá. Pero su cambio me da esperanzas de que haya algo más.

Quizás al final de cuentas esto de no querer nada sea una ventaja, pero cuando hablo con otras personas y me cuentan de lo que quieren, de lo que esperan encontrar en su pareja, de cual es su proyecto de vida, me veo tan lejos de todo eso que lo único que puedo hacer es sentirme más solo.

Quiero que estas sean las últimas fiestas con estas dudas, las últimas fiestas solo, espero que mi familia pueda aceptarme como soy, y si no es así, tener a alguien con quien valga la pena vivir esta vida que voy a seguir, que me ayude a matar esta sensación de estar a un lado de todo y estar al lado de él, y que pase lo que tenga que pasar

Este ha sido un largo camino, divagando entre mis sentimientos y mis miedos, pero al final creo que finalmente encontré lo que quiero para esta navidad.

jueves, diciembre 01, 2005

El nacimiento de un niño

Es increíble como uno piensa que encontró las respuestas, o por lo menos sabe que desea y… sorpresa, algo te muestra todo lo que quieres y no te habías dado cuenta.

Esta semana nació el hijo de mi mejor amigo, y como es obvio me alegre mucho. Fue un viaje extremadamente largo desde mi casa hasta el hospital donde nació el niño, fue varón, y mi amigo sonaba extremadamente feliz por el teléfono. Yo en ese momento me aprontaba a esperar a mi primo para hablar con él desde Francia por “skype”, no tenia planeado nada, salvo quizás llamarlo para saber como estaba su mujer, ya que la fecha estaba muy próxima al plazo final antes de inducir el parto.

Su llamada revoluciono toda mi cabeza, así de fácil, es que ella también es mi amiga, y en parte fui el celestino de esta relación. Estaba loco, tratando de ordenar mi cabeza, pensando donde comprar las flores que quería llevarle, cuidando que no se me quedara nada en casa.

Finalmente salí de casa, y como es claro me estaba preparando para un entretenido viaje de aproximadamente una hora y algo más donde iba a quedar con el trasero cuadrado, con mucho calor, una pesadilla. Al menos logre “apropiarme” de un agradable asiento sin el castigo del sol. Tome mi pequeño “pendrive” y me puse a escuchar música para soportar el viaje, es ahí donde comenzó mi pequeña cabeza (lamentablemente no tan pequeña) a pensar en lo que significa el nacimiento de un niño.

Cuan importante es lo que había pasado con mi amigo, cuan especial es eso, si lo pensamos es para lo que nacemos, es lo venimos a hacer al mundo, continuar la especie, lo demás es por gusto nuestro. Es ahí donde reflotaron todos mis dolores que nacieron de mi decisión de seguir todo lo que siento, mis instintos, lo que me gusta. Dios… tener una familia, que especial es eso, cuanto yo daría por poder tener una familia con un hijo y mi pareja, ni siquiera me importaría que no fuera realmente mi hijo, pero me ayudaría a poder dar todo esto que he acumulado en mi vida, todo lo que se que no se debe hacer y lo que es necesario.

Durante el viaje subió una familia joven con un pequeño en un coche, y no pude sentir mas que envidia por el niño que tenían, y eso no me gusto. ¿Es que es malo eso?, ¿estoy equivocado?, o mejor dicho, ¿es que acaso no es “normal”?, no se bien que le pasa a otros, no he podido conversar mucho con personas que sienten como yo. El viaje se me hizo “un poco” largo.

Finalmente llegué al hospital y me encontré con mi amigo, el me llevó hasta donde estaba su mujer y pude ver al niño, y en verdad era como cualquier otro niño, pero yo solo veía lo que no iba a tener. No me atreví a levantarlo en mis brazos, no pude, me contenté con hacerle algunas caricias, es que estaba durmiendo, es que era muy pequeño, no puedo explicarlo, pero me sentía muy lejos de él.

La conversación con los nuevos padres fue muy agradable, solo estábamos los tres, los padres de mi amigo se habían marchado para dormir un poco y nadie más había llegado, y fue durante ese tiempo que mis deseos de tener un hijo crecieron cada vez más, y las dudas que había abandonado hacía ya días volvieron para atormentarme en forma más cruel.

Pronto llegaron otros amigos del trabajo, la pieza se lleno y mi dolor se fue apagando poco a poco, entre los halagos para el nuevo integrante de la familia y las bromas típicas hacia los menos “astutos” del grupo la situación fue pasando de la total intimidad a un conversación en el pasillo del hospital.

Luego fue el tiempo de volver, el regreso fue igual de largo, pero después de las bromas y el tiempo con mis amigos mi cabeza estaba mejor, mas calma, menos dudas, o eso creía. Cuando llegue a casa me encontré con mi mamá, ella me pregunto por todo, me pidió ver las fotos que saque del niño, y se puso muy feliz por mi amigo, hasta ahí todo bien. Después de un tiempo la mirada que esperaba y la pregunta que temía, “¿y cuando yo voy a tener un nieto?”, Dios… como dolió eso, si ni siquiera tenía una respuesta que tranquilizara mi cabeza en esos momentos, como poder saber eso, como saber que es lo que quería. Lo único que salio de mi boca fue una sonrisa y la típica “por el momento no me quiero amarrar por nada en el mundo”.

Ahora, ya pasado un día de todo esto, aun tengo la pregunta en mi cabeza, y como siempre todo da vueltas, ahora mismo podría casarme con una chica para formar una familia, tener lo que siento es mi objetivo, lo que quiero, pero como hacer eso, ¿sería justo?, ¿con ella?, ¿con mi hijo? Como poder encontrar una salida a esta pregunta, pero dentro solo preguntas y miedo a equivocarme.

Que difícil es todo esto, hay veces que me siento muy lejos de los demás, los veo tan “tranquilos”, preocupados por la cuentas o por como comprar la casa o el auto que tanto quieren, pero con familia, con un objetivo, con algo que les da fuerza para aguantar todo lo que les pasa. Pero en mi caso, ¿que tengo?, ¿que quiero?, es lógico que lo mismo, pero no puedo tenerlo, porque para ellos yo soy distinto y estoy “equivocado”, y ellos “mandan”. ¿Como conseguir esto y vivir como siento que debe ser mi vida?, eso es un misterio aún.

Al final solo preguntas, pero la verdad es que solo veo una salida, buscar por mi camino, por el que tengo enfrente, solo me queda eso, después veré que pasará.