jueves, febrero 08, 2007

Trabajo

Mucho tiempo y muchas cosas, ya había olvidado este rincón del mundo. He trabajado bastante, me ha costado mucho, a pesar de ser algo simple. Realmente estaba oxidado.

Me he maltratado mucho, he dormido poco y he estado bajo mucha presión. Es cierto que los líos te tiempo no son totalmente culpa mía, me entregaron el proyecto solo una semana antes de la fecha de entrega y no me dijeron nada. Y aparte de esto quisieron meterme en otras cosas, además de no tener las cosas definidas con el cliente (ya me estoy poniendo pelador). Durante la semana pasada… dos días perdidos en reuniones con otras personas para otro proyecto y en mi memoria (si… aún estoy con ese lío), ese día martes me entero que el proyecto debe ser entregado para una reunión el día viernes de esa semana en la mañana, es decir… me quedaban dos días para tratar de terminar las cosas. Después de las reuniones las cosas quedaron claras y me tire de cabeza a programar.

Recién pude terminar este proyecto ayer, después de muchos problemas y muchas llamadas telefónicas de un molesto cliente… cliente que después de ver lo que estaba tratando de hacer quedo algo más tranquilo, aunque creo que si me encuentro en la calle con él me patea. Con esto me di cuenta que… primero, no recuerdo bien lo que antes sabía de memoria, me costó mucho trabajar pero al final salió y creo que bien, segundo… hay que preguntar bien y no tener dudas antes de decir que si, y creo que esto se aplica a todas las cosas, jejejeje, y finalmente… debo comenzar a tomar las cosas más en serio, por acá en casa las cosas están más difíciles en términos monetarios, y la ayuda es bien recibida.

Creo que se acabó el recreo y ahora no es broma. Mi mamá… muy preocupada que no me exija demasiado y que termine la memoria, mi amigo… preocupado que termine el trabajo, y la memoria para trabajar con él, pero siempre tirándome trabajos, y yo… cansado.

Espero poder acostumbrarme a estas cosas y pronto. Hoy tuve una conversación con mi mamá sobre el trabajo y la memoria, y que deje el trabajo. Creo que tiene razón, así que al menos por estos dos meses, adiós a los pitutos.

Hoy las cosas están mas tranquilas, ya terminado en trabajo, ayudando al tipo (un poco “lento”) a configurar el servidor y mover los datos al nuevo sistema, he tenido más tiempo para pensar. Mi “peor es na” está fuera de Chile, la semana pasada solo pude estar con él unos momentos, y bueno… igual lo he dejado muy solo. No me dice nada, pero se que esto le duele, y a mi también, pero creo que soy algo mas bruto en este sentido, y no me afecta tanto, al menos no mientras estoy con trabajo. Es por eso que hoy, ya fuera de las presiones veo lo que pasó y no me gustó mucho.

Hoy pensaba… como se va de rápido la vida cuando la vives como “debes” hacerlo, pensaba en la palabra “profesional” y lo que significa serlo, que al final dice que lo que esperan de ti es que seas totalmente útil a la empresa, pase lo que pase, y debes estar “orgulloso” de ser un profesional, porque ser profesional te dará dinero y serás feliz.

Hoy hablando con mi mamá, me hablaba de cuanto a ella le hubiera servido tener una profesión y contar con más dinero, y la verdad es que en el mundo en el que estamos no hay salida. A pesar de esto no puedo evitar el sentir este desgano, este peso encima cuando debo comenzar a trabajar, no puedo.

¿Alguna vez han pensado en como vivimos?, ¿creen que viven como quieren hacerlo?, ¿qué les gustaría hacer? He participado en discusiones en un blog amigo, que recomiendo, las conversaciones son interesantes. Aunque no puedo evitar el ver las distintas visiones que hay de los temas, y como hay personas para las que estas ideas ya están definidas. No quiero faltarle al respeto a ninguna de ellas, pero no puedo decir otra cosa que esas respuestas son más que esperables para alguien que vive en la sociedad que vivimos, y es ahí donde me pregunto… ¿qué me paso?

Quizás pregunto mucho… eso ya me lo han dicho, sobre todo cuando niño, cuando la frase… “¿por qué?” era la mas común en mi boca. Quizás pienso mucho, que al ser tan callado… no me quedaba de otra. O quizás ser demasiado inconformista, siempre queriendo algo más, algo mejor.

Creo que al final lo que más me marco fue estar escondido sin hablar con nadie por miedo, y quizás es lo que nos pasa a todos lo que sentimos que estamos fuera, que lo que somos no es aceptado.

La primera persona que leyó mi blog, me dijo que la infancia que yo había vivido era muy parecida a la que él había vivido, y que al final la supuesta “mala suerte” no es más que el camino típico, quitándole la originalidad y el sentido de drama a mi vida. Al final creo que eso fue más que bueno, fue como cuando entre a la escuela, alguien con un ego enorme, alguien que jamás había recibido un rojo en el colegio, y recibí el resultado de mi primera prueba de cálculo.

Parece que al final, todo ese prejuicio nos hace preguntar más, y no paramos hasta encontrar las respuestas.

Y… ¿qué aprendí yo?... no estoy muy seguro. Al menos se que soy un cabeza dura que cuando se me mete algo entre ceja y ceja, no para hasta encontrarlo. Y que ahora me atrevo a hacer muchas más cosas que antes, que no me contengo y que cuando quiero hacer algo… lo hago. He ganado más confianza y quizás lo más importante, se que no estoy solo y que al parecer compartimos muchas de las ideas que hemos aprendido separadamente.

Esto debe ser lo más importante… no estoy solo, o al menos puedo dejar de estarlo si así lo quiero (antes ya he dicho mis ideas acerca de la soledad), eso es lo más grato.

Ahora espero que mi “peor es na” vuelva para pasar algo más de tiempo juntos, tener tiempo para mi memoria y pasar mis últimas semanas sin esa presión que ya conozco, aunque no descarto de hacer algo si llega una buena oferta, jejejeje.