lunes, enero 23, 2006

La importancia del pasado

Y aquí estoy, formando el hábito, la verdad es que es difícil, después de todo no pasa mucho en mi vida por estos días.

Este viernes visite a mi amigo, el que tuvo a su hijo hace poco (si quieren más información lean “El nacimiento de un niño”), lo visite en la oficina, me estaban esperando para jugar a este bendito juego “Quake 3”, en verdad no me gusta mucho y después se lo confesé, me miro con algo de decepción pero que más podía hacer, además al final de cuentas sabe que si me llama otra vez igual iré, son entretenidas las bromas y vale la pena, de todas formas me ayuda a lidiar un poco con lo aburridos que son mis días.

Bueno, después de la entretenida sesión de juegos en red, me invito a su departamento, que queda cerca de la oficina, en verdad más que invitarme me pidió que lo acompañara, a lo que este idiota con corazón de abuelita no pudo negarse. En el departamento estaba su mujer y las hermanas y la madre de ella, a sus hermanas ya las conocía, la madre me resulto un poco lejana, pero en verdad eso me importa poco, como saben no soy de las personas que necesita caer bien, en verdad no me interesa. Obviamente estaba el niño, ha crecido bastante, se veía bien. No quise mirarlo mucho para evitar todos los sentimientos que aun no tengo resueltos, algo de eso pasó, pero nada que fuera importante.

Durante la once, no se como, la conversación comenzó a dirigirse a los accidentes que ocurren a los niños, creo que fue por el hecho que el niño ha sufrido algunos problemas de reflujo, un tema no muy agradable, pero típico en niños. Mientras se desarrollaba esta conversación no pude evitar hablar sobre todas las cosas que me han pasado a mí, y ahora que lo pienso me gusto mucho contar todas mis desgracias. Esto no me agrado mucho después que lo analicé, al final de cuentas me gusta tener mala suerte al parecer, creo que me hace sentir especial.

Quizás lo que me enorgullece es haber sobrevivido a todo eso, a estar aquí, sin mayores problemas, bueno… eso creo yo, pero si veo detenidamente, todo eso me ha afectado mucho, no es nada para enorgullecerse, salvo por el hecho de que aún estoy vivo.

Al final de la conversación una de las hermanas comenzó a preguntarme por mis ultimas aventuras, desde el 97 a la fecha, un periodo increíblemente… oscuro. Pude relatarle los hechos más importante, las cosas que sentí, como se desarrollo la enfermedad y las cosas que me decían los médicos, todas las sentencias de “muerte” con que salían mis padres de las consultas, y sus caras y sus ojos con lagrimas cuando me miraban, todo eso lo tengo casi grabado. Cosas más, cosas menos, todo lo puedo ver aún, o por lo menos se que fue lo que pasó.

Todo salio a la mesa, todo lo que me pasó este año, que es la guinda de la torta, el miedo que pasé y como no me quedo otra de tranquilizar a mi madre cuando me dijeron esclerosis múltiple, cuanto me costó evitar caer en mi vieja amiga la depresión y tratar de terminar mis estudios, que año.

Y ahora que lo pienso, de todos estos años solo recuerdo estas cosas, estos dolores. No tengo mas cosas en mi cabeza, pero ¿es que acaso esto es algo que yo quiero?, si es verdad eso tengo muchos problemas, me estoy convirtiendo en una “victima” y así no voy a poder salir adelante.

Es triste ver como de estos ya casi 9 años los recuerdos son muy pocos, los días se recuerdan todos iguales y el tiempo no ha pasado. Cuando me doy cuenta que ya tengo 31 años, no se que ha pasado en todo este tiempo, donde se fueron todos esos años, hay muy pocas cosas que salen de mi memoria cuando intento recordar mis días en estos años. ¿Esto les pasa a ustedes? No se si esto es algo normal, si es algo que ocurre debido a que no se puede recordar de otra forma, cuando escucho a mi familia o amigos recordar cosas que han pasado, las describen con lujo de detalles, y me imagino todo lo que he perdido. Cuando intento recordar vienen a mi algunas cosas, pero ya no confió en ellas, y solo puedo desecharlas.

Un paréntesis, en estos momentos estoy viendo la película “perfume de mujer”, es la escena del tango, me gusta mucho, cuando veo a ese viejo ciego encontrar algo que lo hace feliz no puedo evitar querer lo mismo, además que tengo la suerte que en este tipo de películas, en escenas como esta no puedo evitar “sentir” lo que pasa, me gusta mucho, siento un poco de esperanzas de encontrar algo que me haga sentir así, salvo esta escena, el resto de la película me parece buena.

Volviendo a la idea, en estos últimos meses estuve muy interesado en las ideas del budismo, aunque no seriamente, todo comenzó al releer “Siddharta”, de Hermán Hess, un libro que me gusta mucho. Bueno, al visitar las páginas que hay en internet note la poca importancia que le dan al pasado y al futuro, como los consideran algo “inútil”, algo que no existe y que lógicamente no deben afectarnos (eso es lo que entendí, si me equivoco pido mil disculpas). Con estas ideas no pude evitar sentir que quizás mi problema no sea tan malo, ¿se puede pensar que tuve un poco de suerte?

Cuando veo como son las cosas y lo que se espera de mí, como es la idea de vida que existe, no puedo evitar sentirme aún más apartado del mundo, ojalá que exista alguien por ahí que pueda sentir como yo. No me interesan mucho las cosas que pueda obtener, ganar o comprar, eso no me quita mucho el sueño, salvo cuando veo a mi familia y me gustaría comprarles todo, pero nuevamente pienso en lo que leí en Siddharta y me cuesta ver que en la vida hay cosas que tienen que pasar.

No se si terminaré en un templo budista buscando la iluminación, el nirvana, pero quizás solo sea una fuga para no ver el resto, aún así creo que no sería una mala idea, solo espero poder recordarlo al día siguiente.

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