miércoles, diciembre 03, 2008

Todo por un perro

Pensé que no iba a escribir más acá, pero creo que el lobo quiere quedarse más tiempo. Pero, aunque me gusta que lean lo que escribo, es por la sensación que lo que me pasa no se olvida, que está ahí, que me sirve para poder guardar las cosas que siento y por las que paso.

Mi vida en estos ya tres meses ha sido... diferente, no especial, pero me saco de la rutina. Participé en un proyecto interesante, me relacione con personas que no conocía y que debo reconocer, la diferencia de edad era bastante, aunque me de orgullo contar que todos me suponía entre 8 o 10 años más joven de la edad que tengo, eso es muy grato.

La relación con estas personas me mostró que he cambiado bastante, pero también que soy bastante distinto a ellos. He avanzado para ser una persona capaz de llevar una vida "normal", pero también soy alguien que ve las cosas de otra forma y busca otras cosas en esta vida normal.

Es cuanto a lo demás, las cosas como siempre, acá en casa, sin ni un $$, algo cansado de la gente, con ganas de escapar pero se que no puedo, lo quiero y me importan, es una situación rara.

Mi acercamiento a mis amigos del colegio ha sido lento, pero me comunico bastante con algunos, en especial a la que fue mi polola en media, rara situación, pero ella me conoce bastante. También estoy armando una reunión con algunos amigos, que si espero la "mega" reunión, me salen raíces.

He estado apunto de escribir varias veces, pero no sentía que fuera algo importante, algo que mereciera salir de mi "bitácora" (diario de vida), pero es increíble, me siento como personaje de película.

Se les hace familiar el señor Udall, vi la película otra vez hace poco (As good as it gets). De esa película me gustan tres escenas. La del restaurante, donde él le dice el porque debe quedarse, el viaje en el auto, donde el Simon Bishop (el pintor) le cuenta su drama y él le responde con una verdad casi absoluta (lo que da rabia no es que a ti te sea difícil, sino que a otros les sea tan fácil, traducción al peo), y la tercera, y quizás la que menos recordaba, pero que ahora me ha llegado más, es cuando sale de la oficina de su doctor para que su mujer trate al hijo de Carol Connely (la camarera), los mira a todos y les pregunta, "¿y si esto es lo mejor que podemos tener?". Cuando lo escuche otra vez... no lo se, ahora me toco más, no se el porque.

Ahora me siento como el señor Udall, tengo a mi perro enfermo, está en las últimas, debo atenderlo, secarlo, porque se orina encima, llevarlo a otro lugar para que cague, porque ya no se puede levantar, y cuidándolo toda la noche, porque no puede dormir.

Me siento inútil y sin forma de cambiar esas cosas que hacen que los días sean distintos, me siento como observador, como alguien que... no elige. La pronta muerte de mi perro me hace ver que las cosas no son como las soñamos y solo podemos hacer lo posible, como es lógico.

Creo que es muy probable que vuelva a escribir, a botar un poco de presión, a grabar estas ideas para no perderlas, cambie, pero sigo igual.

PD: Mi perro murió hoy, acabo de llegar del veterinario, hay cosas que lastiman mucho, por tonto que parezca.

1 comentario:

Ya no me enganas, descubri tu blog dijo...

hace poco vi en directo a la persona más cerca de la muerte que he visto en mi vida. es bien triste, la muerte, la invalidez, el sufrimiento. pero como dice la mamá de Forrest Gump, la muerte es parte de la vida no más...

saludos